jueves, 5 de noviembre de 2009

Cosecha Mecanizada


Cosecha De Trigo

Para tal efecto se usa una máquina automotriz El porcentaje de humedad del trigo, en el momento de la cosecha puede fluctuar del 13 al 17% evitándose así, problemas de daños al grano. Un método práctico para saber cuál es el momento exacto para la cosecha, consiste en tomar varias espigas al azar y refregarlas entre las manos. Si el desgrane se produce en forma relativamente fácil, se está en el momento exacto de la cosecha. Esta no debería tomar más de cinco días por los peligros de incendio, lluvia o desgrane que es aprovechado por los pájaros. Es necesario tener en cuenta el tiempo que demorará la faena, tomando en consideración que una máquina de tamaño medio cosecha de 7 a 8 hectáreas al dia.
Cuando el cultivo está invadido por malezas, después de la cosecha, durante el almacenamiento, puede elevarse el contenido de humedad del grano y la temperatura hasta niveles peligrosos, con riesgo del deterioro de los granos, ataque de insectos y microorganismos lo cual disminuye su valor nutritivo.
Las máquinas combinadas siegan o trillan simultáneamente y entregan el grano con un grado de limpieza bastante aceptable. Figura 3.
En la cosecha debe controlarse:
Las pérdidas en el molinete. Este debe caminar a una velocidad periférica de 1,50 veces a la velocidad de la máquinaLa posición del molinete debe ser tui que deposite el trigo en la mesa apenas haya sido cortado por las cuchillas. Las paletas deben tocar justo debajo de la espiga.La velocidad de la máquina debería ser la recomendada por su fabricante.La velocidad del cilindro deberá ajustarse mediante las diferentes combinaciones que pueden hacerse en la transmisión. Nunca deberá regularse con la aceleración de la máquina.
Con climas secos y calurosos regule la automotriz según las siguientes indicaciones:
Velocidad del cilindro 4.500 a 5.500 pies por minuto (0.3 m. por minuto).
Abertura del cóncavo 3/8 a 5/8 de pulgada (9,5 a 15,9 mm).
Linea de dientes 2 a 4.
La velocidad del cilindro, la abertura del cóncavo y los dientes deben estar ajustados de tal manera que dejen escasamente algunos granos en la espiga y por otro lado no partan los granos.
A continuación se dan algunos consejos para operar correctamente una cosechadora combinada. Naturalmente que los procedimientos específicos de ajuste deberán ser consultados en el Manual del Operador de la Cosechadora, que se está usando.
Las soluciones sugeridas deberán ser aplicadas con criterio ya que es necesario hacer un esfuerzo para comprender con mayor profundidad los mecanismos propios de una cosechadora y porqué se está haciendo el ajuste.
A continuación se analizarán los problemas más importantes, su causa probable y la solución posible a cada situación planteada.

Enfermedades

Manejo de enfermedades de trigo en sistemas de alta productividad
En el cultivo de trigo y especialmente en sistemas de producción con expectativas de elevados rendimientos, debe realizarse un adecuado manejo de las enfermedades mas frecuentes en cada región con el propósito de evitar que, en determinadas condiciones ambientales, su presencia limite el potencial productivo.
En el área pampeana central norte, las enfermedades comunes que pueden alcanzar mayor severidad en estos sistemas son la roya de la hoja (Puccinia recondita f.sp. tritici), la mancha de la hoja o septoriosis (Septoria tritici), la mancha bronceada o amarilla (Drechslera tritici-repentis) y el golpe blanco o fusariosis de la espiga (Fusarium graminearum).
La importancia relativa que cada una de ellas pueda alcanzar dependerá de las condiciones de ambiente favorables a las mismas durante el ciclo del trigo y de algunos aspectos de manejo del cultivo (principalmente la elección del cultivar en cuanto al ciclo y comportamiento sanitario, al sistema de labranza utilizado, a las rotaciones y al uso de fertilizantes). Hay que considerar estos aspectos con la premisa básica de la utilización de una semilla sana o adecuadamente tratada, con buen vigor y poder germinativo. En el Cuadro 1 se presentan los fungicidas sugeridos para el tratamiento de la semilla.

Espigas Del Trigo


MALEZAS EN TRIGO
Consideraciones sobre su control
Dada la diversidad de ambientes que caracterizan el área triguera de RADAR se dan algunas pautas generales para el
control de malezas en trigo, haciendo referencia sobre ensayos conducidos por la E.E.A INTA Bordenave.
La existencia de malezas en el cultivo provoca cierta interferencia que puede o no manifestarse en pérdida de rendimiento.
La cantidad e importancia varía considerablemente de un lote a otro e inclusive en diferentes años ante una misma
situación de manejo. Esa variabilidad depende del tipo y número de plantas de maleza por
metro cuadrado, del momento de aparición de las malezas respecto al nacimiento del
cultivo, influyendo la fertilidad del lote, la disponibilidad de agua, la densidad y la variedad
del cultivo.
Desde el punto de vista del control, podemos distribuir las malezas en los siguientes grupos:
1. Malezas gramíneas como la “cebadilla” (Avena fatua L.) y el “raigrás” (Lolium spp.).
2. Malezas de hoja ancha, “yuyos” que pueden agruparse
arbitrariamente en dos subgrupos:
2.1. De nacimiento temprano: aparecen generalmente junto
con el trigo, dependiendo de las lluvias. Podemos citar;
“sanguinaria”, “pensamiento silvestre”, “nabón”,
“manzanilla”, “capiquí”.
2.2. De nacimiento más tardío: “abrepuño amarillo”, ”
enredadera anual”, “nabos”, “cardos”, “yuyo esqueleto”.
3. Otras malezas de hoja ancha de presencia más errática son el
“perejilillo”, “yuyo moro”, “girasol guacho”, “quínoa”, “falsa
viznaga”, “apio cimarrón”, “falso cardo ruso”.
No todas compiten de la misma forma con el cultivo de trigo, ya que malezas anuales como
las mencionadas anteriormente, tienen un mecanismo diferente al de algunas perennes
como “yuyo esqueleto”. En este último caso se ha visto que la eliminación de la competencia
durante el cultivo, no produjo aumentos en rendimiento tan marcados como cuando la
misma fue eliminada antes de la implantación del trigo.
En general, se puede decir que la presencia de una maleza en el cultivo es una respuesta a la secuencia de situaciones
previas – rotaciones o labranzas – e influidas por las condiciones climáticas de ese año en particular. Así por ejemplo es
posible tener un mayor problema de “cebadilla” cuando el lote proviene de varios años de trigo o de un cultivo de ciclo
similar. Las malezas completan su ciclo y producen semillas que se acumulan en el suelo. De esta manera se forma una
reserva de semillas que permanecen ubicadas a diferentes profundidades, según las labranzas que se efectúen
posteriormente. Este almacenamiento garantizará a la maleza, la posibilidad de originar plántulas en los años siguientes.
Esos nacimientos no se producen en un solo momento. Una porción de semillas por razones de profundidad, quedan
guardadas para otro año y algunas de las que estén próximas a la superficie irán germinando en forma paulatina a medida
que vayan “despertando fisiológicamente” y recibiendo los estímulos de humedad y temperatura necesarios.
Ese nacimiento desuniforme y variable con los años, hace que algunos cultivos se desarrollen durante sus primeras etapas
con una baja población de maleza y otros, sembrados en el mismo potrero pero en diferente época, sufran una competencia
temprana muy agresiva.
En general, la tendencia descripta es aplicable a casi todas las malezas, si bien como se comentó antes, hay algunas que
tienden a ser más importantes en las primeras etapas y otras generalmente aparecen más tarde.
Conocer el momento en que se manifiesta la competencia de la maleza sobre el cultivo, resulta fundamental para efectuar
un tratamiento correcto que asegure algún beneficio sobre el rendimiento.